Alrededor del mundo empresas y gobiernos se han visto afectados por la interrupción de actividades económicas y sociales a comienzos del 2020. Un virus ha sido el protagonista de la mayor disrupción mundial y las consecuencias están lejos de conocerse.
En las últimas décadas se presentaron algunas adversidades en el correcto funcionamiento de las cadenas de suministro a nivel mundial. En la historia del mundo han ocurrido varios sucesos importantes, como: el atentado terrorista 9/11, conflictos bélicos regionales, epidemias menores, desastres naturales como inundaciones, terremotos y tsunamis, el accidente nuclear en Fukushima; los cuales sensibilizaron los sectores públicos y privados para desarrollar e instalas mejoras en la gestión de riesgos y su evolución.
La rápida propagación del virus entre los países, muchas organizaciones no tenían las cadenas de suministro preparadas, había cadenas rígidas, lentas, con poca capacidad de monitorear impactos en simuladores.